jueves, 19 de enero de 2017

RESIDUAL

Vista de la exhibición, galería PM8, Vigo, España.


Residual


Residual, is the second solo project by Adán Vallecillo (Danlí, Honduras, 1977) at PM8, a new body of work developed in Venice during the Residency illySustainArt & Fondazione Bevilacqua La Masa at the end of 2013. This specific proposal is articulated around a group of pieces which manifest Adán ́s concern with the deteriorated fragility of a city loaded with many contradictions, and whose urban-architectural decadence is an external sign of its inner boredom.

After participating in La Biennale de Venezia 2011, the new encounter with this overwhelming environment implies a new experience which turns into a particular journey. A personal voyage which started under the spell and weight of centuries of history and art but which also walked with gravity through its real social conflicts.

Adan ́s exploratory and performative practice lead him to analyze in depth this new context, which although very different from his own, presented quite a few coincidences with the situation he left behind in his country. The artist has frequently been interested in social and political issues in order to create a critical discourse, but also in an effort to generate an honest analytical thinking through his work. His recurrent interest in the social dissensions he observes in society is reflected once again in this new project, but here the artist can not escape the sensorial influence of the city, every piece is impregnated by its atmosphere, its light, its colors, and also by the oppressive sense of its tradition which is heavily grounded in its core.

Adán focused the attention of his investigations on the covert context of the place. With sharp precision he scanned the social deficiencies which seem evident to him and are visible for everyone. Disharmony unobserved by most of the visitors who seem blinded by the many architectural wonders found in their arranged itineraries. Upon his arrival, the artist felt instantly attracted by what Venice got rid of: the people, mostly illegal immigrants, who sold goods on the street and to whom he soon started to converse with, the litter left by hordes of tourists who erode the city in a never-ending procession walking to the most must-see places, and finally by other remains he finds in diverse streets, historical buildings and different corners of the urban landscape, in an attempt to give visibility to all these hidden layers of the city.

Therefore the haunting figure of Venice as an excuse to look into the roots of a system which is perpetuating an invariable urban structure which doesn ́t fit the needs of its real population. A place bewitched by the transcendence of his cultural legacy but unable to deal with the vertiginous pace of the present, the hunger of the travellers and the many requirements expected by its temporary visitors ready to consume just another product. During his Venetian itinerary Adán read some of the writings by Wolfgang Scheppe, being specially influenced by one of his most ambitious books, Migropolis, a work in which the philosopher analyses the contradictions of Venice and its further development towards a place of mass consumerism.

Tourists in Venice don ́t usually go to other areas outside places which everyone recognizes, they don ́t want to know the reality of the city, the truth behind the curtain, they want to experience the idea of what Venice is or should be, but not what the real Venice is. Adán as a visitor and as a foreigner perceives another truth, sees other parallel worlds which lay there in the decor of this shadowy theater, whose history seems to have been fused into an element of pure appearance. A place which in his long drift has almost become a brand without identity, a sort of theme park which diminishes its real soul and humanistic importance.

We might say that the project Adán Vallecillo made in Venice is a metaphor of what ́s happening in our society, we live through standard cliches, we create a facade without wanting to go any further. What matters is the souvenir of the experience, not the experience itself. We don ́t have time. We rush emotionally and physically building a fictitious reality, which might fit this ideal imposed by the social media and other forces of our society.

Francisco Salas






Todas las imágenes cortesía de Galería PM8


Teli Veloci (Telas Veloces)



Acqua Alta



Cartoncini Veloci (Cartones Veloces)


Nave I



Residual, es la segunda exposición individual de Adán Vallecillo (Honduras, Danlí, 1977) en PM8, un proyecto desarrollado a finales del 2013 en Venecia, durante los meses que duró la Residencia illySustainArt en colaboración con la Fondazione Bevilacqua La Masa. Esta nueva propuesta pone de manifiesto la fragilidad y el deterioro de una ciudad cargada de contradicciones, cuya decadencia urbanística y arquitectónica no es mas que un signo externo de su propio hastío, pero es también una proposición en donde se descubre la mirada sorprendida del nuevo mundo al confrontarse con el ocaso de la vieja Europa y su legado histórico/artístico.

Después de participar en la Bienal de Venecia en el año 2011, este reencuentro con la imponente presencia de la ciudad derivará en una intensa y peculiar travesía de hallazgos. Un viaje personal, que comienza subyugado por la seducción de la belleza y el peso trascendental del discurrir del tiempo, de la historia y del arte, y que continua con las disonancias que muestra el origen diverso de los visitantes, turistas y emigrantes que van llegando y habitando la ciudad.

La practica exploratoria y performativa de Adán Vallecillo le llevará a cuestionarse cada uno de sus descubrimientos y a analizar este nuevo contexto, en el que encuentra puntos de conexión con la situación que deja en su país y el área centroamericana. Las cuestiones político-sociales han sido siempre una referencia en su trabajo, Adán actúa como un activista cuya ambición es la de generar en el espectador un pensamiento crítico a través del arte, lograr que éste participe de su experiencia y que su papel no quede reducido al de un sujeto pasivo que ve todo desde la distancia. Residual no escapa a este recurrente interés del artista por lo social, pero aquí no elude la fuerza sensorial de la ciudad que impregna cada trabajo con su atmósfera e incluso con la presencia opresiva de una tradición fuertemente arraigada.

El artista se aproxima con curiosidad a cada conflicto o pequeña historia que surge durante sus paseos, disonancias que pasan desapercibidas para los visitantes, cegados por las maravillas arquitectónicas que descubren a lo largo de los itinerarios programados. Desde su llegada Adán Vallecillo se siente atraído por todo lo que la ciudad va dejando de lado: los emigrantes ilegales que venden mercancía en las calles y con los que pronto comienza a conversar en sus recorridos diarios; los deshechos y desperdicios que van dejando hordas de turistas que erosionan la ciudad en su interminable peregrinar por Venecia, además de otros despojos que el artista encuentra en su deambular por calles y lugares de este particular paisaje.

La misteriosa Venecia como excusa para remover la base de un sistema que se perpetua en una rígida estructura urbana, que ya no se adecua a las necesidades de su población real. Un lugar ensimismado por la trascendencia de su legado cultural, incapaz de lidiar con los vertiginosos cambios de la sociedad, de resistir el ansia de los viajeros que la visitan y las exigencias de un número ingente de visitantes programados para consumir un producto previamente procesado. Durante este itinerario Veneciano el artista explora algunos de los escritos de Wolfgang Scheppe, leyendo con especial interés una de sus últimas publicaciones, Migrópolis, un ambicioso proyecto en el que el filósofo analiza las contradicciones de Venecia y su desarrollo hacia un lugar destinado al consumo de masas.

El turista en Venecia no frecuenta las áreas fuera de los recorridos señalados, de hecho tampoco le interesa conocer su realidad, quieren experimentar esa “idea” de Venecia o al menos lo que todo el mundo espera encontrar en ella. Adán como visitante y extranjero observa otra realidad, otros mundos que discurren de modo paralelo en el gran decorado de este teatro sombrío y decadente. Un lugar convertido tras su larga deriva en una marca sin identidad, en un viejo parque de atracciones que ha perdido parte de su verdad e importancia humanista.

Podemos decir que este proyecto realizado por Adán Vallecillo en Venecia es, quizás, la metáfora de una sociedad estandarizada que busca evadirse de lo cotidiano a través de experiencias de consumo que le permiten llenar sus múltiples carencias. Lo que importa es el “souvenir” de lo vivido; vamos a todas partes sin tiempo, corriendo física y emocionalmente, construyendo una realidad ficticia y superficial que pueda encajar en ese ideal.

Francisco Salas

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