lunes, 9 de enero de 2017

PINTURA POLÍTICA

Pintura política


"We almost automatically expect artists in hot zones to produce works, interventions and concepts about protest, struggle, and shock, while in other countries are allowed digressions into language, metalanguage and irony. The globalisation of culture demands that the art of the so-called third world wash clean the dirty conscience of the first". *Marco Menegazzo.

Adán Vallecillo´s committed approach to life and his art practice reflects the social political situation that most countries in this vast area underwent during the 80 ́s and 90 ́s of the 20th century, both periods in which political convulsion was followed by a complex social outbreak, decisive in the new configuration of the area.

Nowadays despite all the improvements and advances experienced in this part of the continent, there is still an external constraint difficult to avoid and which slows down the possibility of a real and effective development of these nations.

Adán Vallecillo ́s projects deal with a society which shows a lack of sensibility towards the less fortunate, a society which doesn't fulfil what people have expected from it. Latinoamerican political governments are fragile, most of them have been built on the remains of a post-colonial liberalism, which has deprived these countries of their own identity. Capitalism and western culture appeared as new ways of imperialism, while their own cultures are struggling to survive and be heard among the noise of so called globalisation.

In a certain way, the cultural and social impositions of western culture have determined Adan Vallecillo ́s own approach to art. Adan uses industrial manufactured products and everyday objects to create a work which can be read as a political and social manifest, in which it becomes evident how strong the presence of european and northamerican culture has been and still is in his own cultural system. By employing very common and fragile materials he questions the society in which he lives, offering a critical yet sensitive vision of the complex reality of his country. Adan´s oeuvre reveals a sensibility that follows the poetics left behind by the Arte Neoconcreto and more precisely by the figure of Helio Oiticica.

“Pintura política” is the project we present for the first time at PM8 in which the artist takes a stance against political abuse and which forces reflection on the assumptions, ideas, and values that govern a situation, on the system that pervade them and finally on how they might be modified. Honduras is one of the most violent countries in the world, and it also has a very weak democracy. In 2009 during the constitutional crisis, Manuel Zelaya the former president was promptly substituted by Roberto Micheletti who was supposedly elected. It all seemed a farce and beneath all these political and non democratic strategies lay what we can call a non declared coup d ́etat. Since the "election" of the current president Porfirio Lobo, the country has experienced a situation which has been much worse than before with gross violations of human rights. In this apparently normalised ambience a demonstration took place in the summer of 2012 also to celebrate democracy in a country which cannot guarantee it.

Therefore, it is in this intricate frame in which we have to understand Adan Vallecillo ́s work. The artist participated actively in the demonstration by performing this work called Pintura Politica (Political Painting), in which he held a wooden level to which he attached a palette painted in deep red. At the end of the demonstration he set up an easel and built up a strange artefact, and from one of its drawers he extracted some pamphlets which were given to the participants and the people present in the square. Of course the police appeared after a short while. With this simple and poetic gesture the artist also criticizes the way art has been used as a political tool and claims a more active presence of the art in our society.

Art is an instrument which can be employed to manifest freedom and social responsibility. Corruption, a strong sense of insecurity and a lack of liberty does not enable people to express themselves freely. It is for that reason that a work like Pintura política is of such importance.

Francisco Salas









El compromiso vital y artístico de Adán Vallecillo refleja la situación social y política por la que han pasado muchos de los países de esta parte del continente durante los años 80 y 90 del s. XX. Periodos en los que la convulsión política fue seguida por una compleja dinámica social, decisiva para la nueva reconfiguración de una zona, marcada por un intervencionismo político externo en la sombra.

Nuevos regímenes democráticos han surgido en latinoamérica del desamparo de años de control dictatorial y bajo la atenta vigilancia de Estados Unidos; frágiles gobiernos que sustentan los valores de una libertad reciente con cierta cautela. Sistemas que han crecido sobre las ruinas de un liberalismo post-colonial que ha resquebrajado su propia identidad nacional, y que tras la desaparición de los regímenes totalitarios ha propiciado la entrada salvaje de un capitalismo que ha acelerado las grandes desigualdades existentes. Del mismo modo, la presencia de la cultura occidental, todavía dominante, está muy presente en unos pueblos que luchan para mantener su propia identidad cultural mientras sobreviven entre el ruido mediático de lo global.

Es en este contexto en donde el trabajo de Adán Vallecillo adquiere relevancia. El peso que aún tiene una tradición foránea heredada, ha determinado su aproximación a una práctica artística, que convive con los parámetros de lo autóctono y que se erige en una voz crítica que actúa como testigo de una realidad que no se oculta bajo la sensibilidad poética de su mirada. En sus piezas es frecuente el uso de productos manufacturados industriales u objetos comunes, materiales que manipula y con los que elabora una obra que cuestiona su propio sistema, ofreciendo una visión poco complaciente de su realidad. Un trabajo que bien podría leerse como un manifiesto político y social en sintonía con ciertas prácticas heredadas del arte Neoconcreto.

“Pintura política” es un proyecto realizado en el verano de 2012, que se presenta por primera vez en PM8. Una propuesta que reivindica una presencia activa del arte en la sociedad y que también ironiza sobre la manipulación política del mismo. Honduras es un país con una democracia débil, auspiciada por un gobierno en connivencia con el ejército, que se mantiene bajo la indiferencia de los países occidentales que permanecen expectantes y pasivos ante una situación de pseudodemocracia latente. 

En 2009 durante la crisis constitucional, Manuel Zelaya presidente electo democráticamente, fue apartado del gobierno y sustituido por Roberto Micheletti que subió al poder con el apoyo del ejército. Ante los ojos atónitos de los países vecinos y de occidente la transición se llevó a cabo rápidamente, todo bajo una estrategia disfrazada de democrática pero que albergaba un golpe de estado encubierto. Nada ha cambiado desde entonces y ya en el presente, con el gobierno de Porfirio Lobo el país ha experimentado un claro retroceso con graves violaciones de los derechos humanos. Es en este complejo escenario en donde tuvo lugar una manifestación que sirvió para demandar una democracia real en un país que no puede garantizarla.

Adán participó activamente en esta concentración realizando la performance “Pintura política”, acción en la que sostenía un nivel de carpintero al que previamente había adosado una paleta de pintor en un rojo vibrante a modo de estandarte, que elevaba y se confundía con las otras pancartas ondeantes desplegadas durante la marcha. Al final del recorrido montó un caballete de pintura tipo “plein air” al que acopló “la bandera”, surgiendo ante ojos de los participantes un extraño artefacto de cuyo interior extraía unos panfletos que iba repartiendo entre los transeúntes. 

El arte es aquí más que en ningún otro lugar una herramienta que puede ser empleada para reivindicar libertad y responsabilidad social. La corrupción, la inseguridad y la falta de libertad impide que la ciudadanía alce la voz para expresarse libremente. De ahí la relevancia de una obra como Pintura política.

Francisco Salas

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